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REPORTAJES METROPOLITANOS

Reportajes Metropolitanos

FE DE RATAS

FE DE RATAS

* El Metro y la Merced

   Tienen las más Grandes

Por RAMIRO GÓMEZ-LUENGO

Como todas las estaciones del Metro, la de Portales está virtualmente sitiada por una variada y colorida muralla de puestos ambulantes, fijos y semifijos, en los cuales se venden los más diversos productos, desde los tradicionales antojitos: tacos, tortas, gorditas y tamales, hasta fayuca, muñecos de peluche, golosinas, pan dulce e incluso lencería, nada fina pero muy atrevida, pa’ que la señora saque al marido del letargo.

Sin embargo, la presencia en un radio no mayor de tres cuadras a la redonda de cuatro paraderos de microbuses, cuatro bancos, un mercado de alimentos y por lo menos 250 comercios, entre ambulantes y establecidos, ha generado un caldo fértil de cultivo para la plena reproducción de una de las plagas más temidas por la humanidad: la rata gris.

Irreconciliables enemigos, ratas y humanos parecen sin embargo haber hecho las paces sobre las oscuras (por la grasa) banquetas de la calzada de Tlalpan, en donde se les puede ver intimando a partir de las 6 de la tarde en los puestos de comida súper barata, entrándole con singular alegría, y mucha salsa, a los taquitos de suaperro, chorizo, machitos, carnitas, bistek o guisado.

Actores involuntarios de un espectáculo que le pondría los pelos de punta a cualquier ciudadano medianamente consciente del valor de la salud estomacal, los paisanos están tan absortos en llenar el buche, que mientras piden otra tanda de cinco tacos por cinco pesos no se dan cuenta que abajo del puesto donde se expenden, sumergidas en un océano insondeable de grasa y agua, las exquisitas carnes, acecha un ejército de ratas.

Excitadas por el olor, que parece ser más fuerte que el de las coladeras tapadas por la basura y en donde se forman charcos de agua puerca gracias a que ahí se lavan a mano, y sin detergente, los platos del puesto de tacos, los roedores aguardan pacientemente la caída de los pedazos de comida para lanzarse en tropel por ellos, regresando rápidamente a su escondite antes de que el sorprendido comensal pueda saber siquiera qué fue lo que pasó.

"Todas las noches es lo mismo, pero hasta eso, nomás se avientan por los pedazos de carne que se le caen a las personas cuando tratan de comerse el taco sin mancharse la ropa con la salsa, porque hasta donde yo sé, nunca han mordido a nadie", explica José, quien atiende un local establecido de jugos y licuados “donde abrimos las 24 horas del día los 365 días del año".

"Al principio sí me daba asco, pero luego me di cuenta que los paisanos somos medio contradictorios, porque muchas de esas personas que ves entrándole a los tacos mientras las ratas les caminan por las piernas luego se vienen para acá y me piden aguas o licuados, advirtiéndome que no le ponga mucha azúcar, porque están a dieta o dizque son muy sanotes".

Cuando se le pregunta al hombre de los licuados, jugos y cócteles de frutas si es cierto que por el rumbo ya se aprecian ratas del tamaño de un conejo adulto, no puede contener la risa mientras exclama: "!híjole¡, si me encontrara una así me cae que me echo a correr".

"Sí hay unas grandotas, con decirle que ni los gatos se asoman por aquí, pero del tamaño de un conejo, pues solamente las que andan rondando el tiradero de basura orgánica del mercado de Portales.

"Allí se han llegado a ver ratas de ese tamaño, aunque las campeonas, y por mucho, son las de la nave de Perecederos de la Central de Abastos, que parecen puerquitos, y me consta porque ahí compro mi fruta".

Margaritas a los cerdos

Limpio, bien iluminado y con un menú que le abriría el apetito al más remiso, el restaurante Las Margaritas contrasta notablemente, tanto en condiciones de higiene como calidad de alimentos, con los puestos de tacos y fritangas que se hallan apenas a media cuadra.

"Los puestos callejeros de comida no me quitan clientela, aunque yo pago impuestos, mientras que ellos nada más se cuelgan del poste de la luz y le dan una lana al inspector de vía pública, ya que mis comensales son en su mayoría gente que trabaja por la zona y que gusta no sólo de mi sazón, sino también de poder estar sentados en un lugar limpio y agradable".

Ernestina, quien platica con el reportero mientras ultima los detalles del menú del día con la ayuda de su hija adolescente, Natalia, considera que los que comen en la calle lo hacen por rapidez y economía, "aunque lo poco que ahorraron lo vuelven a gastar cuando tienen que comprar las medicinas para curarse la tifoidea, o ya de perdida la diarrea".

"Gracias a Dios nosotros no hemos tenido que lamentar la aparición de ratas de este lado en los tres años que llevamos al frente del negocio, aunque recientemente debimos fumigar, puesto que tuvimos una invasión de cucarachas gigantes que se nos metieron por la tubería del baño".

Ernestina considera normal la proliferación de fauna nociva en la zona debido a la gran cantidad de puestos de comida que operan con cero higiene, "lo cual se aprecia desde el color de la banqueta (negro grasoso) hasta la textura del cilantro, que si les platico cómo lo lavan, en su vida le vuelven a poner verdura a un taco".

"Por ley, todos los establecimientos que manejan alimentos deben fumigar, pero si decidieran hacerlo en los puestos semifijos sería el caos, puesto que no sólo las cucarachas, sino también las ratas y hasta los perros callejeros se vendrían para acá.

"Hace poco un cliente mío, que labora en una maderería cercana, me platicó que tuvieron que llamar a control de plagas, puesto que los obreros ya no podían trabajar debido a las constantes picaduras de pulgas, las cuales resultaron ser de rata, que son más grandes y peligrosas que las normales".

Cantar de ciegos

Autorizado por la Asociación de Ciegos, aunque ve bastante bien, Jorge es el único comerciante ambulante del Metro Portales que se dedica a un giro inesperado: la venta de muñecos de peluche con las efigies de personajes como Shreck, Elmo, Woody o Buzz Lightyear, además de que por módicos 70 pesos diarios administra el puesto vecino, donde ofrece en formato de disco compacto las últimas novedades musicales.

Este hombre, quien durante 15 años manejó con gran éxito su propio restaurante hasta que tuvo que traspasarlo luego de que su casero le triplicó la renta, considera normal que los encargados de los puestos de tacos, tortas y gorditas no quieran hablar con el reportero sobre la plaga de ratas, "ya que sería como preguntarle al diablo si no le extraña que la humanidad ande tan mal".

"Siempre he sido una persona libre, jamás me han gustado ni los horarios ni los jefes y por eso no me representa ningún problema haber pasado de patrón a empleado, puesto que en breve voy a vender un terreno y con esa lana voy a abrir otro restaurante, pero esta vez en mi tierra de origen: Tizayuca, porque ya no soporto más esta ciudad, que se ha convertido en un nido de ratas".

Jorge revela que exactamente afuera de la salida poniente del Metro se halla la principal madriguera de ratas, "la cual hemos tapado en varias ocasiones con piedras y basura, pero son tan hábiles, que han hecho entradas alternas, por lo que a las seis de la tarde, en cuanto se va la luz del sol, salen a tomar posesión de sus calles".

Pese a esto, Jorge considera que la verdadera plaga son las ratas, pero de dos patas, "las cuales quizá no tengan derechos, como decía el gobernador del Estado de México, pero en los puentes del Metro que unen la entrada con el andén hacen su agosto, puesto que escasea la vigilancia, por lo que les es fácil darse a la fuga después de atracar a los pasajeros".

Fuertes y sanas

Barrio ultrabravo por antonomasia, La Merced no sólo puede presumir de tener la mayor densidad de comercios, congales, basura, prostitutas o teporochos por metro cuadrado, sino también las ratas más grandes quizá del continente, las cuales se han desarrollado fuertes y sanas gracias al océano de desechos orgánicos que todos los días son arrojados en sus calles a la espera de que la delegación Venustiano Carranza se digne algún día a enviar un equipo de limpia.

Son las tres de la madrugada, y mientras las prostitutas rompen huacales para arrojarlos a una improvisada hoguera en donde, paradójicamente, se calientan a la espera de clientes, las verdaderas reinas de la noche se pasean por decenas entre los puestos ambulantes, bebiendo en los charcos de agua puerca o mordisqueando las bolsas de basura.

Espantadas por la presencia de la reportera gráfica, la cual trata en vano de echar a andar una cámara digital "que no funciona", las ratas se cuelan literalmente entre las rendijas que forman las banquetas y las jardineras.

"Estas ratas son mis amigas, ya que duermen conmigo e incluso me protegen, porque yo les hablo chido y les doy de comer", nos dice Simón, un niño de la calle de apenas 12 años que apesta a cemento y quien salió de la nada para preguntarle al reportero y a la fotógrafa qué estábamos haciendo.

El chamaco, con rostro lleno de moretones y habla cansada, se acerca a una coladera, en donde empieza a llamar a sus amigas con chillidos que, por increíble que parezca, son respondidos en un tono más agudo por un coro que suena como si fueran miles de roedores ocultos en aquella cloaca.

"Estas son mis cuatas, pero si van al tiradero de la nave de cárnicos se van a encontrar a las malas, que abusan de éstas porque son como tres veces más grandes e incluso se comen los gatos, los perros y hasta a los valedores que se quedan dormidos por culpa del chemo".

La curiosidad puede más que el miedo y a bordo de su vehículo los reporteros avanzan a vuelta de rueda por la calle trasera de la nave de cárnicos aproximándose poco a poco a lo que parece ser un tiradero de desechos del tamaño de una casa de interés social, el cual resulta insuficiente para contener toda la basura, entre la cual se aprecian además muebles rotos e incluso aparatos electrónicos.

"El suelo se mueve", señala la fotógrafa mientras el vehículo se acerca al depósito de basura, comentario que se transforma en un ¡ah! cuando las luces del automóvil revelan que lo que se mueve no es el suelo, sino decenas, o quizá miles, de ratas bien cebadas, muchas de las cuales tienen el tamaño de un gato.

Asustadas en un principio por la presencia de los reporteros, las ratas entran en confianza muy pronto e incluso varias de ellas se dan el lujo de juguetear o sostener animadas peleas en pos de un pedazo de carne, mientras la fotógrafa no puede evitar exclamar: "Dios mío, estoy en el paraíso de las ratas más grandes e inmundas del planeta y ni siquiera les puedo tomar unas buenas fotos".

El fuertísimo olor de la basura, que a duras penas hace que se pueda contener el vómito, pero sobre todo la multitudinaria cercanía de los roedores, invitan a retirarse del lugar, si bien la experiencia vivida sólo confirma que aquel que dijo que a cada chilango le tocan 50 ratas, se quedó muy corto. rluengo4@hotmail.com

REYES Y DIOSES

REYES Y DIOSES

Por RAMIRO GOMEZ-LUENGO

      --- III y última parte ---

* Pulcatas

Las pulquerías, viejas instituciones donde se consumía y expendía la baba sagrada, existen desde los primeros tiempos de la colonia y siempre se distinguieron por ser el sitio donde se reunían los léperos y la plebe, ya que los españoles y criollos asistían a vinaterías y fondas.

Virtuales piezas de museo, las pulquerías tenían y aún tienen decoraciones, fotos, murales, letreros, pero sobre todo nombres dignos de nuestra atención, como La hija de los Apaches, que fue el nombre que recibió Los Apaches cuando se reinaguró, o El Porvenir, que al volverse a abrir, se llamó Los Recuerdos del Porvenir, sin olvidar aquella entrañable pulcata de la colonia Guerrero que mentaban: La Conquista de Roma por los Aztecas.

En su época de esplendor las pulquerías eran salones amplios en los que atendían 11 personas: 10 adultos y un muchacho. Este último se encargaba de recoger los cajetes (recipiente donde se ponía la bebida) que dejaban los bebedores. Además, había: un administrador, un probador, un tinero (el vendedor de pulque), un sobresaliente (el que cuidaba que no hubieran riñas o quimeras) y seis más con el oficio de cajeteros, quienes solicitaban la bebida en cajetes de barro y convocaban a beber a cuantos pasaban cerca de la pulquería.

Para inicios del siglo XX era común toparse con alguna pulquería en las ciudades y pueblos de México. Sus fachadas estaban pintadas con murales y, en el interior, casi todas tenían el piso cubierto de aserrín, o de tierra aprisionada, porque uno de los rituales de los bebedores de pulque consistía en derramar un poco de este en el piso para que la Madre Tierra también saciara su sed.

Para beber el pulque se usaban contenedores de vidrio de diferentes tamaños, según la cantidad que se quería tomar. Estaban las macetas (dos litros), cañones (un litro), chivitos (medio litro), las catrinas (en forma de taza), los tornillos (similares a caballitos de tequila) y los jarros de barro.

Además de las pulquerías, el pulque también se podía disfrutar en los restaurantes familiares, especialmente los domingos.

Modernidad y chela

A partir de los años 20, el gobierno intentó erradicar al pulque porque lo consideraba "embrutecedor", "antihigiénico" y "causante de degeneración" entre la clase trabajadora y la población indígena.

Durante la presidencia de Lázaro Cárdenas (1934-1940) se organizaron campañas antialcohólicas que tuvieron como objetivo suprimir por completo la ingestión de pulque, ofreciendo como alternativa la cerveza, que en esa época no se consideraba del todo alcohólica y se anunciaba en las ciudades como una "bebida familiar, rigurosamente higiénica y moderna".

Además, entre las clases medias, se incitó a tomar cerveza con fines "alimenticios" y "terapéuticos", describiéndola como bebida diurética, buena para aumentar la presión sanguínea, estimular la circulación, lavar el riñón y auxiliar para que a las mujeres en periodo de lactancia no les faltara leche a la hora de amamantar a sus bebés.

Cuando las empresas cerveceras se establecieron en el país empezó una campaña de descrédito y difamación en contra del pulque, además de que también se dieron sobornos a las autoridades para que clausuraran pulquerías a todo lo ancho de la Republica, con el pretexto de que infringían leyes de todo tipo, desde sanitarias hasta de orden publico.

"Claro que estos infundios pasaron de calumnias a mitos, ya que fueron las empresas cerveceras las que difundieron la idea de que el pulque se fermentaba con una muñeca de excremento de algún animal o persona", denuncia Mario Ramírez Rancaño, profesor del Instituto de Investigaciones Sociales.

El investigador acota que para fermentar el pulque se le echa babilla de nopal, del corazón del nopal o de la misma penca, "y le apuesto que si cualquiera de ustedes viera el proceso de producción de la cerveza, sin pensarlo desearían embriagarse con pulque, ya que su elaboración es incluso artesanal".

Destaca que en el lugar donde se procesa el pulque (Tinacal), se vierte el neutre en grandes tinas de madera o en recipientes de piel vacuna sin curtir, denominados, toros.

"La elaboración del pulque se inicia con la semilla preparada con el aguamiel más puro, que se fermenta de modo espontáneo, bajo una manta de cielo en un lugar a la sombra, sin usar ningún químico y con una higiene que muchas mujeres se asombrarían, no por el hecho de que el lugar sea extremadamente limpio, sino porque solo los hombres lo pueden hacer, ya que el PH más alcalino de la mujer terminaría agriando el caldo de oso".

De tal suerte que una cosa tan absurda y difamatoria como la de que al pulque se le pone excremento para que fermente, casi pone fin a uno de los símbolos de nuestra mexicanidad, pero gracias al rescate cultural se ha dejado muy en claro que, como cuentan las leyendas toltecas, el pulque es una bebida reservada únicamente para los reyes y los dioses.

rluengo4@hotmail.com

REYES Y DIOSES

REYES Y DIOSES

Por RAMIRO GOMEZ-LUENGO

        --- II parte --

*  Tren Pulquero

Allá por la década de los años 20 el tren que llegaba cada mañana a la ciudad de México con pulque fresco procedente de Apan era toda una tradición, ya que se servía en las mejores mesas de la sociedad porfiriana, al igual que en el campo, donde las mujeres siempre acompañaban el itacate con un jarrito de neutre.

Hoy, las grandes haciendas de Apan se encuentran sumidas en el silencio de la inactividad desde hace muchos años, ya que las grandes plantaciones de magueyes han desaparecido y estas nobles plantas sólo se utilizan para delimitar los campos de cebada que los han sustituido.

Tlachiquero desde niño, don José se levanta todos los días a las cuatro de la mañana para dirigirse, armado con su acocote y su coa hacia la magueyera, donde raspa la cavidad de la planta para permitir la aparición del aguamiel, "el cual me llevo al tinacal para que abunde el pulque".

"Cada jornal diario me representa 25 pesos, lo cual es mucho si tomamos en cuenta que mi producto cada vez se vende menos, debido a la abundancia del pulque sintético, el trabajado".

Interrogado acerca de cómo distinguir un pulque puro de uno sintético explica que esto se logra por el sabor y la hebra que hace, "ya que el natural estira, y el sintético apenas si levanta".

Don José es un enamorado de su oficio, si bien cada día hay menos magueyeras en su natal Apan, "aunque el pulque puro se sigue consumiendo mucho, ya que  con poquito se llena uno, y entre echarme un cuarto de caña en la tienda, mejor me echo uno o dos litros de pulque.

"Yo amo esta planta bendita, por eso le aseguro que tiene de todo, aguamiel, neutle y curados de lo que usted quiera; mucha sustancia, mucho alimento", acota este hombre de ojos claros y piel colorada por el sol mientras camina entre la magueyera acompañado por su inseparable jumento: el Bolillo.

"El pulque ya sólo se produce en pequeñas cantidades para el consumo local, pero cuando era niño Apan era otra cosa: Los magueyes cubrían toda la tierra, casi todos trabajaban en las grandes haciendas. Dos veces al día los tlachiqueros raspaban y extraían el aguamiel con los acocotes y llevaban las castañas llenas hasta los tinacales, que podían contener hasta mil litros", recuerda.

“Una parte importante del proceso –continúa don José– es añadir la semilla (xnaxtli) o pulque maduro con el que se inicia la fermentación. En sí, el proceso de hacer pulque es muy sencillo, pero está cargado de superstición, ya que el tinacal estaba considerado un lugar semisagrado, por lo que al empezar se decían unas oraciones, no se podía usar sombrero, no se admitían extraños ni mujeres y no se debían decir malas palabras, pues se echaba a perder el pulque”.

"De los siete a los 10 años el maguey alcanza su madurez, y del centro, como una enorme alcachofa que empieza a hincharse, comienza a crecer un gran tallo de una sola flor. Antes de que florezca, se castra la planta cortándole el tallo que deja al descubierto la piña, a la que se le hace una abertura de unos 30 o 50 centímetros para extraer el aguamiel".

Según don José, cada planta puede producir diariamente entre cinco y seis litros, pero se debe recoger el jugo dos veces al día para evitar la fermentación, así como proteger la planta de insectos y la tierra doblando algunas pencas sobre la abertura, entretejiéndolas con espinas.

"Para los campesinos el pulque es un componente de su dieta y un alimento mejor que la leche, porque ésta última ya viene contaminada desde que los animales empiezan a consumir alimentos cultivados por el hombre, como la alfalfa, que es fertilizada con químicos.

"El pulque no, porque se extrae el jugo de adentro de la tierra. Por eso casi se parece a la carne, que a nosotros los campesinos nos da mucha fuerza, y si no míreme, ahorita tengo 67 años y todavía me gusta andar trabajando".

Tierra mala

Estudios de la Comisión Nacional de Zonas Áridas revelan que unas 15 mil personas en 56 de los 84 municipios hidalguenses se dedican a actividades relacionadas con la explotación del maguey, de donde se obtiene el aguamiel, materia prima del pulque.

Originario de lugares semidesérticos o con mínimas precipitaciones pluviales, el maguey sirvió desde etapas prehispánicas como captador de líquidos, pero su destino se ve amenazado, ya que cerca del 74 por ciento de los 20 mil 813 kilómetros cuadrados que componen el estado de Hidalgo presenta severos problemas de erosión debido a la degradación se suelos representada por la destrucción masiva de zonas magueyeras, entre otras acciones negativas.

Esta erosión se refleja en niveles que van de más a menos: 11 por ciento es de tipo severo; 23 por ciento, alto; 29 por ciento, ligero; 26 por ciento, no manifiesto, y 11 por ciento moderado.

Bebida de los dioses

El Códice Florentino revela que la producción y el consumo del pulque ha estado ligado a la historia de México de la época prehispánica, ya que era considerada una bebida de origen divino, de la que se conocían las bondades y los males que podía acarrear.

Por lo mismo, su consumo entre los mexicas y otras etnias, como los toltecas, estaba restringida a determinados acontecimientos, como la recolección de la cosecha, las ceremonias propiciatorias de la lluvia, los matrimonios, los nacimientos y entierros, los ritos de iniciación y las fiestas de algunos dioses.  En el siglo XVIII las mismas autoridades proclamaron: "en esta numerosa capital, el uso del pulque es de la mayor importancia y tiene los más benignos y saludables efectos: Si no tuviesen este socorro los indios y otros operarios de la última plebe que se ejercitan en los más fatigables y duros trabajos, tiene el fiscal por imposible que pudiesen soportarlos sin estar expuestos a las más graves y frecuentes epidemias y enfermedades.

REYES Y DIOSES

REYES Y DIOSES

* Industria Pulquera en Extinción

Por RAMIRO GOMEZ-LUENGO

              --- Ia. Parte ---

Zona pulquera por excelencia, los llanos de Apan resienten el paso de los tiempos modernos, ya que día a día va decayendo la producción del rico tlachicle, debido a que la población joven de su principal mercado: la ciudad de México, ha vuelto los ojos hacia bebidas más dignas e higiénicas, como la cerveza, los rones y brandis.

"Año con año su producción disminuye, ya que mientras en 1972 se extraían 450 mil litros diarios, hoy esa cifra apenas llega a los 112 mil litros", denuncia Luis Acosta Hernández, secretario general del Consejo Estatal de Productores del Maguey y el Nopal.

Tras revelar que pese a esta situación Hidalgo elabora el 72 por ciento del pulque que se produce en todo el país, Acosta Hernández señala como una de las principales razones para esta caída la corrupción de los introductores capitalinos, "quienes hacen puras porquerías adulterando el producto".

"Imagínese, de 22 barricas que en total tienen 5 mil 500 litros, ellos sacan 66 mil litros agregándoles agua y otros compuestos. Y por si esto fuera poco, el maguey está desapareciendo debido principalmente a los mixioteros, que por quitarle las pencas o la piel, matan la planta".

En opinión de Acosta Hernández, la avaricia de los introductores mató la confianza del consumidor defeño, por lo que la industria pulquera, si bien no va a desaparecer, si está condenada a sobrevivir apenas, "en un país donde las bebidas a base de alcohol se apoderaron del mercado".

Más del 75 por ciento del pulque introducido al Distrito Federal y el área metropolitana, precisa, es pura porquería química, lo cual es uno de los factores que ha acabado con la industria de esta bebida".

"La realidad es que un estado que durante siglos se caracterizó por su producción pulquera, hoy simplemente observa cómo ésta languidece, del mismo modo en que lo hicieron las ahora ex haciendas pulqueras, que alcanzaron su clímax en la era porfiriana y que, poco a poco, fueron finalmente abandonadas", señala.

Acosta Hernández recuerda que fue en 1946 cuando el entonces presidente de la República, Adolfo López Mateos, instaló en Santa María Tecajete, cercano a Pachuca, la planta industrializadora de maguey a gran escala, que lanzó como producto punta de lanza Magueyín, pulque enlatado, al que seguiría después la miel de maguey.

"Durante 35 años se luchó infructuosamente por encontrar la fórmula para poder enlatar el pulque o neutle, pero cuando llegaba a las tiendas ya apestaba. por lo que jamás se pudo realizar el sueño de muchos propietarios de magueyeras, que veían con envidia lo que sucedía en las zonas del agave tequilero.

"Debido a esto en 1981 las instalaciones son abandonadas, por lo que debieron pasar 15 años en que nadie tocó la maquinaria, que había costado varios cientos de millones de pesos, mientras la producción normal del pulque y el aprovechamiento manual del maguey dejaban cada vez menos ingresos".

Acosta Hernández precisa que la cancelación del proyecto "Magueyín" coincidió con la debacle en la producción pulquera de Hidalgo y, por ende, del país, ya que la entidad aporta el 72 por ciento del pulque que se procesa en el país.

Al llegar a esta etapa, de acuerdo con el censo magueyero, la siembra de esa planta en Hidalgo había registrado su más grave retroceso entre 1960 y 1970, al pasar de 26 mil 42 hectáreas sembradas con este cultivo, a sólo 15 mil 962, cifra que tuvo apenas una leve variación en 1994, con 15 mil 956 hectáreas.

"No fue hasta 1996, a instancia nuestra, que se reabrieron las instalaciones de Santa María Tecajete para industrializar el maguey a gran escala y recuperar, entre otros proyectos, Magueyín, una vez que descubrimos la fórmula para evitar que el pulque se eche a perder cuando lo enlatamos, gracias a lo cual cumplimos nuestros sueño no sólo de surtir el mercado nacional, sino incluso importar hacia Estados Unidos, donde nuestros paisanos se mueren de nostalgia por probar el rico caldo de oso", asegura Acosta Hernández.

rluego4@hotmail.com

CAFE CON LETRAS

CAFE CON LETRAS

Por   MINERVA LOPEZ MENDEZ

“¿Hay acaso un lenguaje? Ponlo en duda,

que te juzguen, condenen, desconozcan,

amigos no te quedan ni palabras.

Solitario recorres ciudades extranjeras

y en voz baja murmuras sonidos de disparidad.

Acaso ciertas veces las cadencias encuentras

en el ritmo del cuerpo en movimiento,

y son momentos de felicidad.

Harto y cansado al fin hacia un sórdido

bar tus pasos te han llevado

e intentas encontrar en el hastío

patéticos y breves

instantes de sensualidad.”

                  Alfonso Costafreda. Poeta catalán.

                  Ediciones Júcar. Madrid. 1978.

Que el águila no caza moscas es algo que al fin recordó Madrazo. Se bajó del cuadrilátero de los insultos y volvió a la sobriedad que lo caracteriza, al discurso temperado, a los modales de político tan necesarios en la contienda navajera y callejera en que han intentado convertir  la campaña presidencial. Y dicen en los corrillos cafeteros periodísticos –donde todo se sabe y vaya a usted a saber porqué  nunca se publica- que algo trae entre manos el priísta, pues la serenidad que ostenta –-dicen-- solo puede deberse a dos cosas: Dejó el pleito a quienes lo iniciaron y pretendían que siguiera en el dislate y fue directo y sin escalas  por el voto de los que quieren un gobierno apegado a la ley y al respeto que merecen gobernantes y gobernados.  Podríamos decir que casi todo el electorado. Pero eso lo sabremos el dos de julio. Al tiempo.

En tanto, Andrés Manuel López Obrador, el perredista puntero en las encuestas, espera con nerviosa parsimonia que el bumerang  calderonista contra la escritora Poniatowska haga el daño de un obús en el castillo de naipes albiazul.

Error garrafal calderonista echarle lumbre a un fuego que difícilmente podrá apagar. Olvidó que es legendaria la solidaridad de los intelectuales. Pintores, escritores, periodistas,  poetas, bailarines, críticos de arte, cineastas han tendido la mano fraterna y solidaria a quien se ofendió injustamente.  Elena, la escritora de tantas y valiosas obras  no necesita ni puesto público ni reconocimientos. Talento y fama  le sobran. Su calidad moral no está a discusión. Y su palabra goza  de una credibilidad que muchos quisieran.

Tal vez los estrategas de publicidad del candidato panista quieran que tal se tome como parte de la guerra  electoral pero  la terca realidad es que pocos intelectuales (¿habrá  en este momento alguno?) estarían dispuestos a apoyar a Calderón de la manera abierta como la señora Poniatowska ha hecho con López Obrador.

Y las preferencias electorales de la escritora son tan respetables como las de cualquiera. Así es en toda democracia. Aunque a don Felipe no le guste.

Mejor a otra cosa, lector. Y comparto con Usted dos poemas del poeta catalán Alfonso Costafreda, (1926-1974) denominados Los Dioses, y,  A nada es comparable:

“No se obstinen los dioses

en proteger lo que nos queda,

que hagan decentemente su trabajo

tan solo un breve gesto y recuperen

lo que les pertenece.”

“Existe una hermandad no describible

entre nosotros, una señal segura

que enormemente brilla. De tu sueño

la lejanía a nada es comparable.”

cafeconletras@gmail.com

EL ESPLENDOR VOLVERA A LA BASILICA

EL ESPLENDOR VOLVERA A LA BASILICA

  * Liberarán Sus Columnas 

Por  MANUEL MAGAÑA CONTRERAS

El antiguo esplendor  arquitectónico, histórico, pictórico y artístico de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe que  el próximo año cumplirá tres siglos de ser dedicada,  el 27 de abril de 1709, volverá con el proyecto del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que liberará de las férulas las ocho columnas, colocadas en los tiempos del abad Schulemburg, quien al ser renunciado de su cargo, tras 33 años de ejercerlo,  dijo no creer ni en la Virgen de Guadalupe ni en Juan Diego, cuya existencia negó.

Actualmente se trabaja en el rescate del simbólico inmueble, que sufre hundimientos diferenciales que lo inclinan notoriamente hacia su esquina sur-poniente.

La noticia será bien recibida por la feligresía de todo el país, puesto que la nueva Basílica, edificada por Luis Echevería y Guillermo Schulemburg Prado,  nunca ha sido del agrado de la mayoría del pueblo creyente,  que encuentra en ese inmueble algo parecido a un estadio de fútbol, a una plaza de toros, a una arena de box, pero no a un recinto religioso, en donde lo único que luce son las lámparas de su constructor, Pedro Ramírez Vázquez, en tanto que la Sagrada Tilma de Juan Diego está  "como escondida y al fondo".

El pueblo si cree en la Virgen de Guadalupe, ya que además de su milagrosa aparición en 1531 y el estampamiento de su imagen en la tilma de Juan Diego, ha presidido los hechos fundamentales de la formación de nuestra nacionalidad y del devenir histórico mexicano. Es el símbolo nacional por excelencia y lazo de unión entre todos los nacidos en territorio  mexicano.

El director general  de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del  Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Xavier Cortés Rocha, habla sobre las obras que se realizan para recuperar la grandeza  arquitectónica de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe que, con carácter de Colegiata, fue dedicada hace ya tres siglos, mismos que se cumplirán el año venidero.

De “La Colegiata”, es decir el recinto por excelencia donde  realiza el culto a la Virgen de Guadalaupe,  el Cronista de la Villa de Guadalupe, Horacio Sentéis Rodríguez, dice que "una vez demolida la Iglesia Artesonada, el 25 de mayo de 1695, asistió el virrey y la Real Audiencia, además de los dos cabildos y el arzobispo, para bendecir el lugar donde se colocaría la primera piedra del Santuario”.

Refiere que "los iniciadores Medina y Castañeda ofrecieron 30 y 50 mil  pesos cada uno para la obra, cuyo costo total era de 800 mil, cantidad que se reunió con la caridad pública  y con el esfuerzo personal del arzobispo Juan Ortega y Montañés,  verificándose  la dedicación el 27 de abril de 1709.

Pedro de Arrieta fue el autor de la obra, figura  notabilísima en la historia del arte barroco, así como los arquitectos Diego de los Santos y Avila y Feliciano Cabellos, quienes se encargaron de labrar la cantería de portadas y pilares, según Guillermo Tovar de Teresa.

"Este Santuario - destaca -, es del orden dórico y según lo cronistas tiene tres naves, ocho columnas, quince bóvedas, cuatro torres de tres cuerpos con cuarenta varas de alto. Su longitud es de 67 varas, con un ancho de 45 varas. Su interior con tres altares, el del centro contenía un tabernáculo de plata,  sobre dorada,  donado por el conde de Salvatierra y realizado por fray Antonio de Jura, monje benedictino del Convento de Monserrat de México.

La imagen estaba enmarcada  en oro con un peso de cuatro mil cincuenta castellanos y un gran resguardo de plata en el reverso"

"Andrés de Palencia, vecino de la Ciudad de México, dispuso el 2 de abril de 1707, por testamento,  100 mil pesos y algo más para que se erigiera un convento de religiosas agustinas  o una Iglesia Colegiata en el Santuario de Guadalupe, por lo que su ejecutor testamentario, con Pedro Ruiz de Castañeda, hubo de elevar una solicitud ante el Consejo de Indias, para obtener el permiso. La licencia que fue otorgada  por decreto del 26 de octubre del mismo año para hacer realidad esa iniciativa", asegura Sentíes Rodríguez.

La dirección general de Sitios y Monumentos  informa en su memoria de actividades que las obras realizadas durante 2004,  permitieron concluir una separación de la estructura de la Antigua Basílica con  las construcciones adyacentes, con lo que se estima en base a estudios específicos realizados, lograr una forma reglar y simétrica de la nave principal, reunir condiciones homogéneas de cimentación, reducir el mantenimiento, así como obtener  una respuesta de comportamiento más uniforme y posibilitar  permanentemente, los trabajos de consolidación y refuerzo de la estructura programada  para subsiguientes etapas.

La separación estructural de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe permitió ultimar  los detalles  técnicos para proceder  a la etapa del proyecto de retiro de las férulas de concretos, acción programada, para lo cual,  en su primera etapa, la dirección general de Sitios y Monumentos analizó las características geométricas y mecánicas de los elementos que constituyen la estructura del templo.

Se dice que los resultados de los estudios determinaron que el retiro del recubrimiento de concreto,  que actualmente rodea el tramo interior de las columnas se podrá realizar  en etapas

Los proyectos en cuestión - subraya la dependencia -, involucran un sistema de instrumentación que permitirá observar el comportamiento de la estructura durante los procesos de retiro de las férulas, "lo cual permitirá decisiones y actuar en consecuencia de forma precisa y oportuna".

SABADO DE GLORIA, TRADICION DISTORCIONADA

SABADO DE GLORIA, TRADICION DISTORCIONADA
 

* En los 60 el Vaticano

  Decreto su Extinción  

 Por MANUEL MAGAÑA CONTRERAS

Poco antes de las diez de la mañana –cuenta Antonio García Cubas, en su obra, “El Libro de mis Recuerdos”--, el sonoro repique de la Catedral y los estampidos de la artillería avisaban a la población que el oficiante de la hermosa basílica había entonado el “gloria in Excelsis Deo”, para anunciar la resurrección gloriosa del Señor.
Tiempos aquéllos de mediados del Siglo XIX cuando ni por asomo se pensaba que en la década de los 60, del siglo XX, el Concilio Vaticano II decretara la extinción de esa tradición tan arraigada en el pueblo creyente de México, de cuya existencia muy poco se conserva en las nuevas generaciones.
El cronista añade: “en esos momentos, la expansión de alegría que estallaba en la población no reconocía límites.  A los repiques de la Catedral Metropolitana contestaban los de otros templos de la ciudad, y a los estallidos de cañón de los truenos de los judas que ardían en casi todas las calles de la ciudad, enarbolándose el pabellón que entonces había permanecido a media asta en los edificios del gobierno nacional y en la Catedral.
Las plazas y las calles instantáneamente se veían recorridas por los enflorados carros y mulas del pulque que hacían su entrada triunfal; las bandas de los cuerpos partían de la plaza y se dispersaban por diversas calles aturdiendo a los vecinos con sus alegres dianas y las esquinas los muchachos con largas cuerdas, prevenidos, echabanle manganas a los perros que corrían despavoridamente a causa de los truenos  y hacianales  dar dos o tres saltos mortales por el aire.
Debe decirse que algunas veces, esos pobres animales corrían desaforadamente, asustados por una lata de sardina amarrada de la cola. La algarabía de los muchachos en los lugares donde se quemaban los judas.  Disputándose el armazón de estos aumentaba el barullo del momento y causaba la hilaridad de miles de espectadores que miraban desde puertas y balcones de las casas.
Más certeramente dicho, fue el Papa Pío XII después de terminada la Segunda Guerra Mundial, cuando determinó que ya no se evocará el Sábado de Gloria, ya que se preparaba una nueva liturgia en la que quedaba eliminada esa fecha, para trasladarla al Domingo de Resurrección.
Peinamos canas quienes recordamos aún lo ya desaparecidos Sábados de Gloria, Y, tal como lo narra García Cubas, pudimos pues presenciar escenas como la siguiente: “muy de mañana andaban los juderos y particularmente los de las matracas ofreciendo su mercancía a precio vil.
Las tocinerías, pulquerías y vinaterías, tenían sus puertas entornadas, pudiendo observarse a favor de esta circunstancia en el interior de las casas.
La quema de los judas se realizaba alegremente.  La gente pobre disfrutaba del momento, porque generosos comerciantes colocaban jamones, latas con productos del mar, ropa, calzado, carnes diversas y un sin fin  de regalos que “soltaban” los “judas”, mientras eran víctimas de cabriolas por el impulso de los cohetes que los hacían girar velocidades vertiginosas.
Una de las panaderías donde se concentraba gran parte de la población fue “La Vasconia”, en Palma y Tacaba, del Centro Histórico de la ciudad de México, a cuyos judas se les ponía gran cantidad de pan.
García Cubas recuerda que las pulquerías tenían las tinas pintadas de nuevo por afuera y fregadas por dentro, listas para recibir el blanco, cuyo bautismo no tenía verificativo, como hoy en la “Ciudad de los Palacios”, sino en los pozos de Guadalupe Zocoalco y Santa Cruz Cuautitla; lavados estaban el mostrador y los aparadores, en los que lucían vasos enormes de vidrio, manojos de apio y cerros de tuna colorada, “para curar el pulque” tan pronto como fuese recibido, las paredes enfloradas y adornadas con picados papeles de colores y las puertas con enramadas, para recibir a la clientela, adecuadamente.
En Sábados de Gloria, la gente de mejor posición social, los parroquianos tomaban sus copitas en las pastelerías francesas como la de Plaisant, en Plateros, mientras que en la llamada  Gran Sociedad y Bella Unión, los panaderos, carniceros, sastres, etcétera participaban activamente en las singulares celebraciones.
“La Plaza de Santo Domingo, recuerda García Cubas, adquiría en Sábado de Gloria el mismo aspecto de la Plaza Principal en días anteriores, y en ella encontraban su ultimo refugio los mamoneros, así como las expendedoras de cacao en el portal, celebre por dar abrigo desde tiempo inmemorial a los evangelistas.
La costumbre popular de bañarse y jalar de las orejas a la gente chaparrita para que creciera, constituía otro de los ingredientes de buen humor de los capitalinos.

 
    
   
 

PROCESIÓN DEL SANTO ENTIERRO

PROCESIÓN DEL SANTO ENTIERRO
  • EN MILPA ALTA
Por MANUEL MAGAÑA CONTRERAS
Con una impresionante caminata nocturna parecida a la del Santo Sepulcro en Sevilla, España, la Procesión del Santo Entierro en Milpa Alta, este Viernes culmina en medio de una gran devoción la serie de Vía crucis en el Distrito Federal y su zona conurbada.
Unos siete mil dolientes acompañan el féretro  en donde se representa el Cuerpo de Cristo, una vez que fue bajado de la cruz, tras la dolorosa agonía a que fue sujeto por sus verdugos.
De acuerdo a la tradición de muchos años, todos los dolientes llevan un  cirio para iluminarse en medio de las tinieblas de la noche, en el trayecto que va del templo de Nuestra Señora de la Asunción hasta el de Nuestra Señora de la Luz.
Esta ceremonia litúrgica cobra día más fama internacionalmente, ya que cada vez son más los turistas extranjeros que visitan el evento, para fotografiarlo y testimoniar la cultura y religión de los mexicanos.
Un dato sintomático en relación al Vía crucis de Iztapalapa y a la Procesión del Santo Entierro en Milpa Alta consiste en que en ambas tradiciones el Caudillo del Sur y Apóstol de la Reforma Agraria en México, general Emiliano Zapata, las impulso. 
En Iztapalapa, donde el Vía crucis se realiza desde mediados del Siglo XIX para agradecer al Creador que libró a los habitantes de una mortal peste, en 1913, Zapata prestó sus caballos y dio el dinero que se necesitaba para que se efectuara esa celebración de agradecimiento a Dios, por el bien recibido al desaparecer la epidemia.
Además, el caudillo del Sur otorgó todas las garantías para que esa tradición de Semana Santa no fuera suspendida.
En el territorio de la hoy delegación Milpa Alta, Zapata estableció su cuartel general, concretamente en San Pablo Oztetepec, donde existe un museo en su memoria.
Los organizadores del Vía crucis de Iztapalapa y los de la Procesión del Santo Entierro, en Milpa Alta, le guardan gratitud al general Emiliano Zapata y lo tienen siempre presente en las oraciones de Cuaresma y Semana Santa.
La representación del Vía crucis en Milpa Alta se realiza con singular respeto, porque no permite que participen personas que representen los roles bíblicos de la Muerte del Redentor.
Cliserio Sapien y Medardo Meza, miembros de la Mayordomía que organiza las representaciones de Semana Santa, junto con las autoridades civiles eclesiásticas, afirman que se utilizan imágenes y esculturas.
La población estima que este sistema es el más adecuado porque guarda el respeto debido a los personajes que se representan, principalmente a Jesucristo y la Virgen María.
Añaden que como en todos los casos, la crucifixión concluye al filo de las tres de la tarde, luego del tradicional recorrido por las calles donde se escenifica el Víacrucis.
Tras morir el Redentor, se suceden las horas de amarga soledad que sufre la Virgen María al pie de la cruz, junto con María Magdalena, María Salome y el apóstol San Judas.  Se procede a la representación del descenso del Cuerpo de Cristo.
Cerca de las nueve de la noche –horario de verano--, cuando ya se han ocultado las luces del día, empieza lentamente la procesión para la representación del entierrodel Cuerpo de Jesús en el sepulcro de José de Arinatea.
El espectáculo de miles de dolientes es impresionante, ya que inician la caminata con lentitud, alumbrados por las luces de los cirios que portan cada uno.
Entonan cantos fúnebres que resaltan la majestuosidad del momento.
La Vida en Milpa Alta parece detenerse para entregarse a la evocación del momento en que Cristo es bajado al sepulcro, donde resucitó al tercer día, con lo que abrió las puertas de la gloria, según los sagrados textos.