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REPORTAJES METROPOLITANOS

EL ESPLENDOR VOLVERA A LA BASILICA

EL ESPLENDOR VOLVERA A LA BASILICA

  * Liberarán Sus Columnas 

Por  MANUEL MAGAÑA CONTRERAS

El antiguo esplendor  arquitectónico, histórico, pictórico y artístico de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe que  el próximo año cumplirá tres siglos de ser dedicada,  el 27 de abril de 1709, volverá con el proyecto del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que liberará de las férulas las ocho columnas, colocadas en los tiempos del abad Schulemburg, quien al ser renunciado de su cargo, tras 33 años de ejercerlo,  dijo no creer ni en la Virgen de Guadalupe ni en Juan Diego, cuya existencia negó.

Actualmente se trabaja en el rescate del simbólico inmueble, que sufre hundimientos diferenciales que lo inclinan notoriamente hacia su esquina sur-poniente.

La noticia será bien recibida por la feligresía de todo el país, puesto que la nueva Basílica, edificada por Luis Echevería y Guillermo Schulemburg Prado,  nunca ha sido del agrado de la mayoría del pueblo creyente,  que encuentra en ese inmueble algo parecido a un estadio de fútbol, a una plaza de toros, a una arena de box, pero no a un recinto religioso, en donde lo único que luce son las lámparas de su constructor, Pedro Ramírez Vázquez, en tanto que la Sagrada Tilma de Juan Diego está  "como escondida y al fondo".

El pueblo si cree en la Virgen de Guadalupe, ya que además de su milagrosa aparición en 1531 y el estampamiento de su imagen en la tilma de Juan Diego, ha presidido los hechos fundamentales de la formación de nuestra nacionalidad y del devenir histórico mexicano. Es el símbolo nacional por excelencia y lazo de unión entre todos los nacidos en territorio  mexicano.

El director general  de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del  Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Xavier Cortés Rocha, habla sobre las obras que se realizan para recuperar la grandeza  arquitectónica de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe que, con carácter de Colegiata, fue dedicada hace ya tres siglos, mismos que se cumplirán el año venidero.

De “La Colegiata”, es decir el recinto por excelencia donde  realiza el culto a la Virgen de Guadalaupe,  el Cronista de la Villa de Guadalupe, Horacio Sentéis Rodríguez, dice que "una vez demolida la Iglesia Artesonada, el 25 de mayo de 1695, asistió el virrey y la Real Audiencia, además de los dos cabildos y el arzobispo, para bendecir el lugar donde se colocaría la primera piedra del Santuario”.

Refiere que "los iniciadores Medina y Castañeda ofrecieron 30 y 50 mil  pesos cada uno para la obra, cuyo costo total era de 800 mil, cantidad que se reunió con la caridad pública  y con el esfuerzo personal del arzobispo Juan Ortega y Montañés,  verificándose  la dedicación el 27 de abril de 1709.

Pedro de Arrieta fue el autor de la obra, figura  notabilísima en la historia del arte barroco, así como los arquitectos Diego de los Santos y Avila y Feliciano Cabellos, quienes se encargaron de labrar la cantería de portadas y pilares, según Guillermo Tovar de Teresa.

"Este Santuario - destaca -, es del orden dórico y según lo cronistas tiene tres naves, ocho columnas, quince bóvedas, cuatro torres de tres cuerpos con cuarenta varas de alto. Su longitud es de 67 varas, con un ancho de 45 varas. Su interior con tres altares, el del centro contenía un tabernáculo de plata,  sobre dorada,  donado por el conde de Salvatierra y realizado por fray Antonio de Jura, monje benedictino del Convento de Monserrat de México.

La imagen estaba enmarcada  en oro con un peso de cuatro mil cincuenta castellanos y un gran resguardo de plata en el reverso"

"Andrés de Palencia, vecino de la Ciudad de México, dispuso el 2 de abril de 1707, por testamento,  100 mil pesos y algo más para que se erigiera un convento de religiosas agustinas  o una Iglesia Colegiata en el Santuario de Guadalupe, por lo que su ejecutor testamentario, con Pedro Ruiz de Castañeda, hubo de elevar una solicitud ante el Consejo de Indias, para obtener el permiso. La licencia que fue otorgada  por decreto del 26 de octubre del mismo año para hacer realidad esa iniciativa", asegura Sentíes Rodríguez.

La dirección general de Sitios y Monumentos  informa en su memoria de actividades que las obras realizadas durante 2004,  permitieron concluir una separación de la estructura de la Antigua Basílica con  las construcciones adyacentes, con lo que se estima en base a estudios específicos realizados, lograr una forma reglar y simétrica de la nave principal, reunir condiciones homogéneas de cimentación, reducir el mantenimiento, así como obtener  una respuesta de comportamiento más uniforme y posibilitar  permanentemente, los trabajos de consolidación y refuerzo de la estructura programada  para subsiguientes etapas.

La separación estructural de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe permitió ultimar  los detalles  técnicos para proceder  a la etapa del proyecto de retiro de las férulas de concretos, acción programada, para lo cual,  en su primera etapa, la dirección general de Sitios y Monumentos analizó las características geométricas y mecánicas de los elementos que constituyen la estructura del templo.

Se dice que los resultados de los estudios determinaron que el retiro del recubrimiento de concreto,  que actualmente rodea el tramo interior de las columnas se podrá realizar  en etapas

Los proyectos en cuestión - subraya la dependencia -, involucran un sistema de instrumentación que permitirá observar el comportamiento de la estructura durante los procesos de retiro de las férulas, "lo cual permitirá decisiones y actuar en consecuencia de forma precisa y oportuna".

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