ASFALTO
* De la Huelga Minera de Cananea, a la
Represión de la Siderúrgica Lázaro Cárdenas
Por MANUEL MAGAÑA CONTRERAS
Por los poderosos intereses trasnacionales que siempre han existido sobre la industria minera mexicana, un signo trágico se traduce en desgracias constantes para el enemigo minero, el próximo primero de junio se cumplirá el primer centenario de la huelga de Cananea, que fue el detonador que produjo la Revolución Mexicana cuatro años más tarde . Ahora, en la siderurgia Lázaro cárdenas, Michoacán, la policía federal preventiva reprimió a los trabajadores paristas, con saldo de dos muertos y más de 40 heridos.El hecho tiene semejanza con la huelga de Río Blanco, en que los trabajadores que solicitaban mejores condiciones de vida, fueron ametrallados. En cananea, los sicarios de los extranjeros que explotaban nuestra riqueza de subsuelo en esa población sonorense, dispararon contra el personal y provocaron la muerte de varios heridos.
Recientemente como hemos sido informados ampliamente más de 60 mineros perecieron en trágico accidente debido a la imprevisión de los concesionarios explotadores de la riqueza de las entrañas de la tierra mexicana, en el poblado de Pasta de Conchos.
En Lázaro cárdenas, Michoacán, los trabajadores protestaban por las pésimas condiciones de vida que sufren, insuficiencia de sus salarios y también por la intromisión del presidente Fox en los asuntos internos del gremio, al imponer un dirigente sindical que no es aceptado entre los hombres que se juegan la vida diariamente para extraer de la tierra, la riqueza con la que se benefician corporaciones que no son mexicanas, en su mayoría.
No puede ser más significativo desde el punto de vista de las luchas por la reivindicación de la clase trabajadora de México, el que se haya producido la mortal represión contra los mineros, precisamente en la siderúrgica que llega el nombre del general Cárdenas, nacionalizador de nuestro petróleo y uno de los sindicalistas de mayores alcances en la historia de las reivindicaciones laborales en México.
A cien años de distancia, entre la huelga de Cananea y la represión en la Siderúrgica Lázaro Cárdenas, se puede advertir de inmediato que en materia laboral hay un retroceso de 180 grados en los derechos de los trabajadores. Hace un siglo, los rifles vomitaron fuego para cegar la vida de trece mexicanos en Cananea. En Río Blanco, los soldados del 12 regimiento, masacraron a los obreros textiles. En Lázaro Cárdenas, los rifles de la Policía Federal Preventiva mataron a dos trabajadores y lesionaron de gravedad a más de 40.
En materia de represión al trabajador, el liberalismo de hace un siglo y el neoliberalismo de ahora, recurren al mismo lenguaje: el de las armas, sin razón. Hoy como hace un siglo.
Las primeras declaraciones del gremio minero destacan que la Siderúrgica Lázaro Cárdenas se convertirá en símbolo de las reivindicaciones obreras, cuyo reloj tiene manecillas que se mueve al revés. La historia no detiene su paso. Cananea y la Siderúrgica Lázaro Cárdenas han pasado así a ser dos símbolos. El primero, según el sentir que se ha manifestado entre el gremio minero, impulsó la Revolución Mexicana que logró la conquista a favor de los trabajadores, mismas que quedaron incorporadas al artículo 123 de la Constitución Mexicana y a la Ley Federal de Trabajo en general.
Las conquistas obreras han sido borradas en la letra y en la práctica. Los especialistas en legislación laboral aseguran que se necesita de una obra reinvidicatoria para que todo el trabajo que se hizo después de los hechos trágicos ocurridos hace cien años en Cananea y Río Blanco vuelvan a ser el motor de la rendición del obrero mexicano.
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