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REPORTAJES METROPOLITANOS

POR MIS PLUMAS

POR MIS PLUMAS

AMLO Y “EL SEÑOR DE LOS SOBORNOS”
 

* El Sueño Terminó
 

Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
      --- IV y última parte ---
Desesperado por la saña con que el gobierno capitalino lleva su caso y ante el hecho de que su enemigo número uno es el puntero para llegar a la Presidencia de la República, el ex dueño del periódico El Independiente, llegó al extremo de realizar dos huelgas de hambre, la primera del 4 al 20 de mayo pasado y la segunda del 19 de julio al 4 de agosto.
En la última se coció los labios, para denunciar el uso de la justicia como arma de venganza política de Andrés Manuel López Obrador, a quien, en una carta a la opinión pública, acusa de “marcar una diferencia abismal entre quienes él protege y quienes se atreven a denunciar actos de corrupción en su gobierno. Quisieron aislarme en el silencio. Lo lograron”.
La pérdida de sus bienes, el desprestigio y el encarcelamiento fueron golpes inesperados para Carlos Agustín, quien logró hacer una gran fortuna después de vivir con graves carencias, lo que motivo que sus detractores tuvieran argumentos para coronarlo como un profesional de la estafa al gobierno mexicano, con negocios turbios en varias delegaciones de la capital del país.   
Ahumada estaba seguro de que la fortuna y el destino siempre lo favorecerían, principalmente porque era amante de una de las mujeres más poderosas y firmes de la política mexicana, dueño de varias empresas, entre ellas el Club León y el periódico El Independiente, cuyo poder, creía, lo revestiría de impunidad frente a sus enemigos.
Sin embargo, no fue así.  La furia de AMLO no tuvo límites y su venganza arrasó con el diario. 
El primero en tirar el arpa fue su entonces director Javier Solórzano, quien públicamente dijo que no podía trabajar para alguien cuya honorabilidad estaba hecha jirones.
En ese momento, fue cuando Ahumada Kurtz supo que todos le darían la espalda.  El sueño del joven lavacoches que vino de Argentina a conquistar México, había terminado.
En su edición del 14 de marzo de 2004, El Independiente publicó su último tiraje.  Las  instalaciones estaban sitiadas por la policía capitalina, en busca de más videos y de Carlos Agustín, quien ordenó deliberadamente la grabación de las imágenes de corrupción de los funcionarios capitalinos.
En sus páginas centrales, ese día, titularon una página como “Derecho de Mirada”, en la que el periodista Raymundo Riva Palacio, que estaba a cargo, hizo un reconocimiento a todo el personal de la rotativa.
Escribió, entre otros párrafos: “283 Días.  El temple y la dignidad profesional sólo se demuestran cuando se esta sujeto a fuego en el campo de batalla.  El tamaño de las personas se mide cuando pese al estado de ánimo bajo y el desasosiego, se enfrentan las adversidades con el valor que se sobrepone al miedo y a la incertidumbre.  No todos son capaces de andar ese camino, cuando hubo quien se quebró y jamás levantará ya la cabeza…”
Las páginas centrales de ese día publicaron 11 fotografías, en las que se muestran los días de gloria. Destacan el momento en que Ahumada inaugura la rotativa al romper sobre ella una botella, la de Carmen Aristegui y Javier Solórzano revisando el trabajo.  Al centro Ahumada con Solórzano y Riva Palacio. Reían a carcajadas, con una copa en la mano derecha, los dos primeros.  Flanqueados por las tomas de los reporteros mostrando orgullosos el  periódico en el que trabajaban.
Irónicamente, al darle vuelta a la hoja aparecen cinco fotografías, que dan testimonio del revés que el destino y la fortuna dieron a Carlos Agustín Ahumada Kurtz.
En la primera, aparece de espaldas Raymundo Riva Palacio en una junta con reporteros y fotógrafos. En las tres siguientes. Desolación. Incredulidad. Miedo. Tristeza en los rostros y manos de los periodistas.
La última gráfica, muestra una panorámica de la redacción del otrora poderoso El Independiente.  Luce desierta, sola, abandonada, igual que su dueño.
El sueño termino. La realidad es dura, cruel, tan cruel que para Carlos Ahumada “sólo la muerte podrá mitigar, pero me detienen mis hijos. Por ellos, y para ellos viviré”, aseguró a su médico personal José Luis Ibarrola, quien sostiene que el estado de salud del argentino nacionalizado mexicano es grave, “pero lo es más del alma que del cuerpo, porque el haber tenido todo y perderlo, junto con la libertad, es demoledor para cualquier ser humano”.
elviaandrade1@hotmail.com
 
 

 

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