MEGA FRAUDE PARA UNA MEGA CIUDAD
* El segundo piso del Periférico
* Monumento al ego de un Ignorante: Silva Contreras
Por RAMIRO GOMEZ-LUENGO y SOTO
Megafraude, bomba de tiempo y soberana tomada de pelo a los contribuyentes son algunos de los epítetos que el arquitecto e ingeniero civil, Salvador Silva Contreras dedica no sólo al segundo piso del Periférico, cuyo último tramo, que va de San Jerónimo a Las Flores, fue inaugurado este domingo 14 de mayo, sino también al distribuidor vial San Antonio, obras a las cuales considera “parte de un mismo plan macabro para esquilmar las finanzas de la capital”.
Con más de 25 años de experiencia en el ramo de la construcción pública, Silva Contreras denuncia que el suelo sobre el cual están asentados tanto el segundo piso del Periférico como el Distribuidor Vial está compuesto de arcilla arenosa, debido a que esa zona forma parte de lo que fue el lecho del otrora lago principal de la extinta Tenochtitlán, “por lo cual ninguna estructura que soporte arriba de 10 toneladas de peso podría mantener su verticalidad en cuanto se vea afectada por un sismo de más de siete grados en la escala de Richter.
“En pocas palabras, dicha obra, la cual ni siquiera fue entregada en tiempo y en forma, lo cual en sí constituye un megafraude a las finanzas públicas capitalinas debido a que pasó de un presupuesto de 400 mil a casi 900 mil millones de pesos, es un monumento de papel al ego de un solo hombre, quien ni siquiera pensó en beneficiar a la gente, sino sólo en proyectar su imagen para aspirar a la Presidencia de la República”.
Las palabras de Silva Contreras retumban en el interior del vehículo a bordo del cual, junto a este reportero, inspecciona ocularmente las obras, las cuales califica de visualmente extraordinarias, “pero en la práctica criminales, ya que al buscar un diseño monumental se sacrificó lo más importante: la confiabilidad”.
“A partir de la construcción del Sistema de Transporte Colectivo Subterráneo Metro, los ingenieros de ICA, empresa que ya agarró varios contratos con el gobierno capitalino, se sacaron de la manga el famoso Método Milán, que según ellos permitió erigir el Metro sin que se viera afectado por las deficiencias del subsuelo.
“Por lo mismo, no fue nada casual que los mayores daños materiales causados por los terremotos del 19 y 20 de septiembre de 1985 se hubieran registrado en edificaciones cercanas a las estaciones del Metro de las tres líneas originales (1,2 y 3) puesto que el suelo donde se hallaban asentadas perdió por completo su cimentación debido a que a los genios de ICA se les hizo fácil chupar el agua hasta donde les fue posible y luego formar un sarcófago de concreto sobre el cual tender las vías y construir las estaciones”.
En descargo de Andrés Manuel López Obrador, a quien considera “un oportunista incapaz de distinguir un clavo de un martillo”, Silva Contreras señala a la secretaria capitalina de Medio Ambiente, Claudia Sheinbaum, como la cabeza visible “de un grupo de sinvergüenzas conspirados para venderle al Peje obras relumbrón que proyecten su imagen mientras ellos se retacan los bolsillos de dinero con la venta de las licitaciones, la compra de materiales y los presupuestos”.
Detenemos nuestra marcha a la altura de Las Flores, donde el arquitecto inspecciona las columnas que soportan las gigantescas trabes, hechas de acero y recubiertas de concreto, que conforman el piso elevado por donde corren ahora los vehículos que vienen desde San Jerónimo.
“Si se fija bien, verá que debajo de la carpeta asfáltica original del Periférico se colocó una alfombra de tezontle para darle solidez al suelo, la cual no tiene más de 40 centímetros de ancho, por lo que las columnas de soporte del segundo piso está clavadas directamente, a gran profundidad eso sí, pero sobre un piso totalmente arenoso y muy humedecido por las últimas lluvias.
“Nótese además que la junta entre las torres y varias trabes de soporte están demasiado cerca, lo cual hace la estructura excesivamente rígida, por lo que en caso de sismo estas ofrecerían tal resistencia, que en vez de oscilar con la vibración del suelo, se vendrían abajo con toda seguridad”.
DESAFIANDO A DIOS
Silva Contreras recuerda que hace apenas cinco meses aún se podía ver a los obreros conformando los llamados castillos, que vienen siendo el alma de acero de las torres, y que posteriormente son cubiertas con preconcreto, “utilizando una varilla excesivamente delgada, además de que sobresaturaron la estructura de hierro, lo cual es totalmente incorrecto en este tipo de edificaciones”.
Al recordarle al arquitecto que cuando muchas de esas observaciones se le hicieron en su momento tanto a López Obrador como al hombre que dejó en el despacho para que le cubra las espaldas, Alejandro Encinas, ambos las desecharon argumentando que así son las nuevas tecnologías en materia de construcción, éste sentencia: “La ingeniería civil mexicana está entre las mejores del mundo, pero todavía no estamos tan fuertes como para desafiar a Dios”.
“El síndrome del constructor le pega fuerte a todos aquellos que ven la oportunidad de inmortalizarse cambiándole el rostro a la ciudad de México, pero por mucha tecnología, mucha maquinaria de última generación e incluso contando con los mejores ingenieros y arquitectos del mundo, el suelo arenoso de la ciudad tarde o temprano te va a pasar la factura si lo desafías”.
El vehículo de Silva Contreras circula por la lateral del Periférico, entre Barranca del Muerto y San Antonio, y conforme avanzamos va señalando una a una las deficiencias en una obra monumental supuestamente terminada, y que van desde la falta de un drenaje adecuado, así como señalizaciones, “sin olvidar que los cables de las conexiones de la luz quedaron amarraditos y volando debajo de las llamadas ballenas”.
UN MUERTO MUY VIVO
Cuando se le recuerda a Silva Contreras que su empresa constructora tiene en estos momentos un juicio contra las autoridades del DF y que por lo mismo sus palabras podrían ser parte de un “compló” para desprestigiar a un vivo que resultó ser el primer muerto que aspira a la Presidencia de la República, el ingeniero contesta de manera escueta: “no podría esperar menos de esa gente”.
“Usted creé que no estoy consciente de toda la mierda que se me va a venir encima debido a estas denuncias. Conozco muy bien a los políticos de pacotilla que nos gobiernan y más a los del PRD, que traen mucha hambre acumulada, por lo que me van a acusar de todo: que hablo de ardido porque no me dejaron entrarle al negocito, o lo que es peor, que soy parte de una conspiración montada por el innombrable”.
Silva Contreras precisa: “por mí que esa gente rece misa, ya que si hay algo que me impulsa a hablar, a pesar de que no he tenido ni tendré, por razones obvias, acceso a los planos de la obra, es que jamás antes en la historia del DF se habían enquistado en el poder ladrones tan descarados, quienes en su afán de riqueza se sacaron de la manga una obra monumental que impactará negativamente a la capital de una manera brutal e irreversible”.
Interrogado acerca de por qué el Colegio de Ingenieros o el de Arquitectos no intervinieron a sabiendas de que había errores tan obvios en la obra, Silva Contreras sólo se encoge de hombres y señala: “yo me pregunto lo mismo”.
-¿Cómo calificaría entonces el segundo piso del Periférico?
-Como un completo fracaso.
can@reportajesmetropolitanos.com
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