POR MIS PLUMAS
* No la Creen… Berrinche mayúsculo hizo “El Gallito Feliz” al conocer los resultados de las últimas encuestas de diversas compañías, que indican una baja en las preferencias electorales que lo muestran en caída libre. De seguir así podría ser rebasado por el panista Felipe Calderón, pero difícilmente por su paisano el priísta Roberto Madrazo Pintado, quien se mantiene en un tercer lugar, y ante el nerviosismo de saber que no logrará su misión, a diario comete más errores.
Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
El más grave de todos fue desenmascarar al ex gobernador mexiquense Arturo Montiel Rojas, luego de que éste se le enfrentó por manipular la convocatoria para la elección del candidato del PRI a la Presidencia de la República, misma que redactó con cláusulas que dejaron fuera al atlacomulquense y lo favorecían a él para lograr su objetivo, pero el destino jugó su carta: lo enfrentó a su acérrimo enemigo político.
Pero, a su oponente lo hizo más fuerte, carismático, populachero, mientras que a él le dio una inoportuna dosis de antipatía y soberbia, que se acrecentó los primeros días en que disfrutaba de su candidatura, al grado que puso en practica esa ideología de que al enemigo hay que destruirlo de raíz, sin imaginar que con ello golpearía a su partido y a sí mismo.
Para nadie es un secreto que él promovió la caída de Montiel. Aprovechó la denuncia del regidor perredista de Tlalnepantla. José Luis Cortes, contra el ex mandatario mexiquense, a quien acusó de enriquecimiento ilícito, pero desde el CEN del PRI se filtró información sobre sus propiedades en Francia, España, Estados Unidos, así como sus posibles nexos con el narcotráfico, que a la fecha son investigados por la Procuraduría General de la República, pese a que su amigo el ex procurador del estado de México cínicamente lo exoneró de todo cargo.
Sin embargo, el daño moral a Montiel, su partido y a su candidato a la Presidencia de la República es demoledor e irreversible. Inevitablemente favorece al panista Felipe Calderón y al perredista Andrés Manuel López Obrador, quien ya se siente Presidente de la República, apoyado en que durante muchos meses las encuestas lo han favorecido.
Por eso, ahora que los números empiezan a darle la espalda esta que echa chispas. No lo cree, piensa que todo es una manipulación de sus enemigos.
Lo cierto, es que los electores ya no son fieles a ningún partido ni candidato. Ahora, los mexicanos piensan. Analizan las corrientes ideológicas y a sus candidatos. Votan por lo que creen que les favorecerá. Seleccionan al que consideran mejor, partido o candidato.
Un ejemplo, fue la elección municipal de Ecatepec, donde dieron el triunfo de la alcaldía al perredista José Luis Gutiérrez Cureño, con lo que le quitaron esa posición al PRI, pero no por repudio al trabajo del presidente municipal priísta Eruviel Avila Villegas, sino por descontento con el candidato tricolor, Pablo Bedolla López y con su planilla de regidores. Ahí también eligieron dos diputados del PRD y dos del PRI, con lo que los electores demuestran su volatilidad y advierten que si su trabajo no les gusta, simplemente votarán por otro, sin importar cambiar de partido.
Frente a este panorama, “El Indestructible” y el resto de los candidatos a ocupar la silla presidencial, no deben confiarse. Los mexicanos están hartos de tanta corrupción, soberbia, rezago social y promesas incumplidas.
Por ello, nadie debe sentirse seguro, ya que del plato a la boca, se cae la sopa.
elviaandrade1@hotmail.com
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Miguel Palomares T -